lunes, 27 de agosto de 2007

respuestas...

CAPITULO III

Y el tiempo pareció detenerse en ese preciso momento.
_ ¿Es que así deben ser las cosas? _grité_ ¡Hey, Mundo! Aparece ahora, explícame esto. ¡Aparece!
Aún los ecos de mi llamado no se extinguían del todo cuando escuché su voz.
_ Casualmente pasaba por aquí _dijo_ Hola Gusano ¿cómo estás? ¿a qué viene tanto alboroto?
_ ¿Qué es eso de “casualmente pasaba por aquí”? _pregunté rabioso.
_ Bueno, veras, hay cosas que no comprendes de la omnipresencia _respondió.
_ ¡Pues no me interesa! _exclamé_ ahora, sólo dime, ¿por qué?
_ Por qué... ¿qué?
_ Mira Mundo, no te hagas el inocente conmigo, hemos caminado juntos mucho tiempo. Sabes perfectamente acerca de qué estoy hablando...
_ ¿Y esperas una respuesta clara cuando tu pregunta es tan vaga? ¿Dónde quedó tu agudeza? ¿y tu sabiduría, Gusano?
_ No me vengas con tus juegos de aprendizaje, no es el momento _dije con rencor.
Inmediatamente supe su respuesta.
_ Siempre es el momento Gusano.
Me miró.
_ No me has hecho una verdadera pregunta.
_ ¿Por qué has dejado que muriera el zorzal?
_ Sabes la respuesta. Yo no dejé que muriera.
_ Pero tú sabes, me dices que siempre estás... _le dije_ ¿no podías hacer algo?
_ Elecciones, Gusano.
_ ¿Me vas a decir que el zorzal eligió morir? Me resisto a pensar eso. Él salvó mi vida...
_ Salvó tu vida porque decidió no comerte _me interrumpió.
_ Pero me dejó vivir _insistí_ ¿quiere decir eso que es mi culpa? ¿qué de haberme comido estaría él vivo y yo no? ¿quieres decir que es mi culpa?
_ No es tu culpa Gusano, no funciona así _me respondió comprensivo_ ni aunque tú hubieses suplicado por tu vida sería tu culpa.
_ Pero es que no puedo conformarme _grité.
_ ¿Me dices que no te conformas con la muerte del zorzal, por quien no podías hacer nada, pero al encontrarte con un semejante atrapado en sus problemas, está bien que se las arregle solo?

Abrí los ojos desmesuradamente. Acusé el golpe. Sin mirar a mi amigo, sin despedirme, volví a mi camino.

No hay comentarios: