5ª Parte... y final...
...de apatías y Gusanos Ortopédicos
CAPITULO I
Y dijo el Mundo:
_ Gusano, he aquí el Hombre _
y desapareció.
Me quedé mirando al ser más extraño que había visto jamás. No tenía alas, ni garras, caminaba erguido, parecía débil. Sin embargo el Mundo me dijo que era una bestia superior, y no mentiría.
Me dispuse a seguirlo guardando cierta distancia, a estudiarlo. Quería aprender a crecer, y luego volver.
Y seguí al hombre desde lejos, pues no terminaba de confiar en él, y nos era imposible la comunicación, pues el hombre olvidó el lenguaje básico de la naturaleza.
Mientras le seguía, le admiraba, y a la vez le despreciaba. Teniendo más capacidades, casi todo en él me parecía un desperdicio. Pudiendo tenerlo todo, se preocupaba de lo más vano. Posesiones tenía el hombre, más que todos lo seres que conocí en mi peregrinaje, mas, nada le conformaba.
¿Qué podía aprender del hombre?
¿Qué es el hombre?
_ Gusano _dijo la voz_ creo que este no es un buen lugar.
El mundo tiene razón, pensé, cada vez estamos más de acuerdo.
_ Pues sabes que creo lo mismo. Pero si he de aprender algo, debo seguir este camino.
_ ¿Qué piensas del hombre Gusano?
_ Deberías saberlo, voz amiga, si vives dentro de mí _le respondí irónico y amistoso.
_ Gusano _me dijo_ quiero mantener esta conversación.
Y me dispuse a complacerle.
_ Creo que el hombre es el ser más dotado de todos aquellos que pisan la Tierra... y lamentablemente, el más errado.
_ Entonces Gusano, déjalo, este no es un buen lugar _me repitió.
_ Hay algo que necesito saber aún _respondí_ algo que me intriga.
_ Gusano, ¿y si te hace daño?.
_ Si quieres encontrar lo que buscas, el riesgo es un precio bajo, además, ¿qué daño podría hacerme? _me pregunté_ me quedaré el tiempo que sea necesario, sólo una respuesta me separa del regreso y de mis amigos _le dije.
Aunque en el fondo, temía que la voz tuviera razón.
martes, 2 de octubre de 2007
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