CAPITULO VI
Y pasó un largo tiempo en el desierto, caminando sin rumbo, ignorando recuerdos y pensamientos, buscándose en la más absoluta soledad. Se sintió perdido. Se sintió triste. Se sintió cansado.
Y decidido...
_ Aún respiro _se dijo_ y mi corazón aún palpita. De estas dos, una ha de ser una prueba de que estoy vivo.
_ Así es _dijo la voz.
_ Entonces, ¿qué he de hacer ahora en primer lugar? _se preguntó.
_ Volver a empezar _dijo la voz.
_ Volver a empezar _se dijo.
_ ¿Hacia dónde dirijo mis pasos? ¿al norte, o sur?... ¿a las montañas? ¿Al mar? ¿O dejo que el azar decida por mí?
Y el azar lo hizo volver sobre sus pasos, sin que él se diera cuenta, pues estaba pensando todavía.
Y se encontró de pronto en el mismo sitio donde por última vez hablara con el Mundo. Fue entonces cuando reaccionó.
_ He vuelto, sin proponérmelo siquiera. Más allá me encontraré en el sitio donde cayó el zorzal.
Y efectivamente, así fue. Intentó descifrar lo que sentía al encontrarse en ese lugar, y a una orilla, sobre una pequeña piedra, se sentó. He hizo la siguiente reflexión:
"_ ¿Qué puedo hacer de vuelta en este lugar? Lo que he vivido antes me ha mostrado con creces que no podría sobrevivir acá, no tengo la inteligencia, ni la fuerza, no poseo alas, ni garras. Sólo recuerdos y una sonrisa. ¿Qué podría hacer con una sonrisa? ¿Cómo me podría proteger con una sonrisa? Aunque la extraño mucho.”
_”Hasta ahora me ha bastado seguir sólo mis ideales, escapar de los problemas y creer en utopías."
"_ Ya no quiero preguntarme acerca de mi próximo paso, nunca más, he vivido sin miedos, pero no me ha servido de nada en absoluto."
"_ ¿Qué pasa cuando descubres de pronto que todo por lo cual has luchado durante toda tu existencia carece de importancia ante la vida misma?"
"_ ¿Existen otras oportunidades? ¿es tan importante luchar?"
"_ No concibo la vida tal como se muestra ante mis ojos. Pero aún no me decido a vivir a mi modo."
"_ Es increíble, hace tiempo que me despedí de Dios, y cada vez más veces me he sorprendido tratando de hablar con él."
"_ Mas, no creo que sirva de nada."
Y pensando en esto, se durmió.
El suave aterrizaje de un ave le despertó, y ante él, un zorzal con aspecto conocido le miraba fijamente.
_ ¡Zorzal! _le dijo_ eres tú.
_ Así es.
_ Pensé que no te volvería a ver _replicó contento.
_ ¡De qué hablas, Gusano! En mi vida te había visto. Pero no te aflijas, acabas de salvar mi vida.
Una terrible sensación de terror sacudió su pecho cuando sintió sus garras destrozando su piel.
Y temblando aún, se despertó.
_ Hola Gusano _dijo el Mundo_ ¿dormiste bien?
martes, 25 de septiembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario