Dejé mucho atrás, pero era mucho lo que me esperaba, poco importaba que yo fuera un simple y estúpido gusano, había cometido errores y en mi camino debía enmendarlos.
Entonces, probablemente producto de la soledad del camino escogido, se produjo el nacimiento de una voz dentro de mi.
¿Otro gusano?
_ Ahora si que lo arruinaste todo _me dijo la voz
_ No he arruinado nada _repliqué_ estoy arreglando todo.
_ ¿Y cómo lo harás? _continuó_ ¿caminarás sólo y pensarás que estás arreglando algo?
_ Estoy buscando mis respuestas.
_¿Y dónde las hallarás, dentro de ti, en el camino tiradas?
_ Ya basta _le dije_ ¿quién eres tú, dentro de mi, para decirme estas cosas?
_ Eres un simple gusano _continuó despiadado_ ¿qué crees que puedes hacer?
_ Basta he dicho.
_ No puedes callarme _me dijo_ no a mi. ¿Qué has hecho de ti? ¿qué podrás hacer? Yo creo que nada, más vale que lo dejes, lo arruinas todo, no sirves para nada, eres débil y te equivocas siempre...
_ Ya calla _imploré.
_ No puedes hacer nada para silenciarme, estoy dentro de ti Gusano, soy parte de ti...
_ Si eres parte de mi, entonces puedo silenciarte _respondí.
Y callé, decidido a no escucharle más.
Yo pensé que si le ignoraba, la voz se apagaría.
_ No pongas tus esperanzas en ello _me dijo, adivinando mis pensamientos.
lunes, 30 de julio de 2007
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